La volatilización depende entre otros del tamaño de las partículas (materia sólida), el clima, interacciones con un sustrato e interacciones con otros componentes de la formulación.
La forma principal de degradación natural es la volatilización que permita transformaciones posteriores en la atmósfera a sustancias químicas menos tóxicas.
La volatilización de algo denso y su conversión en algo sutil se produciría liberando una enorme cantidad de energía y disposición para otro fin distinto..
Sin embargo, pueden sufrir procesos tales como volatilización, fotoxidación, oxidaciones químicas, bioacumulación, adsorción y adhesión a la matriz del suelo.