Los cilios son filamentos vibrátiles de superficie, propios de muchos animales y de células de plantas sencillas, que sirven para la locomoción y el trasiego de sustancias del ambiente.
Llega un momento en que la concurrencia tiene que participar del ruidoso jolgorio, que parece un desahogo después de polcas sentimentales y de otras piezas menos vibrátiles.