Estatalmente teledirigen el sistema a través de sus lobbyistas y peleles políticos en gobiernos y parlamentos; económicamente se ocultan en el anonimato del mercado mundial.
Todos sabemos de qué oscuro origen arrancan los planes de despoblación humana, así como las entidades que hoy día financian y teledirigen las organizaciones y corrientes de pensamiento supuestamente ecológicos.
Trabaja en modelos de la armadura nuevos-y-mejores incesantemente, pero luego, aquello que lo hace más fuerte, lo teledirige desde un lejano y oportuno santuario.