Las cámaras modernas enfocan mediante un telémetro que es un sistema de lentes que muestran en la zona central de la escena una imagen doble si está desenfocada.
Por eso todos los puestos descubiertos de estos acorazados nipones como serviolas, artilleros antiaéreos, etc, además de los telémetros estaban protegidos contra los formidables efectos de este fenómeno.
Es capaz de reconocer el medio ambiente con la ayuda de un telémetro láser y una cámara estéreo, ayudando en la recopilación e interpretación de datos.
El concepto básico detrás de todas estas cámaras es el telémetro, un instrumento óptico para medir distancias basado en la triangulación, con muchos usos más allá de la fotografía.
Así, los elementos más poderosos de la fotografía tradicional, como el espejo réflex o el telémetro, pueden suponer a veces un cierto freno tecnológico.