Y es que las partículas subatómicas, debido a un principio llamado de superposición cuántica, pueden existir en cualquier estado teóricamente posible al mismo tiempo.
Todas las partículas subatómicas, entablan un pequeño baile de energía, se envían energía mutuamente y en ese intercambio, se crea algo llamado partícula virtual.
Cuando las partículas subatómicas capturadas por la magnetosfera alcanzan una cierta concentración, se precipitan sobre la ionosfera dando origen a las auroras polares.
A partir de aquí hay todo un conjunto de partículas subatómicas que acaban finalmente en los constituyentes últimos de la materia que no mencionaremos.