Un mundo de imágenes familiares e inmediatas que dan la medida patética y acariciada secretamente de sus experiencias, de sus nostalgias, de su inmolación cotidiana.
Vaya forma de morir, asesinados los luchadores sociales torturados, ametrallados y enterrados secretamente o lanzados a ríos, volcanes y al mar en pleno futuro.