Es rigorista porque no quiere tener en cuenta elementos tan importantes del acto moral como los fines, los medios, las circunstancias y las consecuencias.
La democracia socialista es diferente a la democracia burguesa, independiente de que algún fundamentalista, algún extremo rigorista afirme imperturbable que democracia es democracia.
Se descarta, de este modo, el denominativo rigorista de cadena perpetua y se recurre a un léxico engañoso destinado a orillar el posible escollo constitucional.