Ah, las mujeres somos así, pues, modificando, cambiando, reparando, reencauchando nuestro exterior para poder vernos diferentes, para poder reinventarnos y tal vez complacernos, complaciéndoles a ustedes.
Existe una auténtica colección o legión de dichos cuadros, ahora reencauchados y vestidos de verde, que solo han cambiado de amo o verdugo a quien ofrendar sus servicios.
La industria en su búsqueda de rompe-taquillas ha explotado todos los géneros que se hicieron famosos en el pasado y los ha reencauchado o incluso los ha relanzado.