Los del diván son mensajeros o representantes del mundo exterior y los que ocupan los sillones, encarnaciones de la existencia interior a la manera de recipiendarios.
Millones de inmigrantes han llegado en poco más de una década y los centros educativos hemos sido recipiendarios de esta masa de muchachos con más o menos integración cultural.
No es por casualidad que lo primero que ve el recipiendario en su iniciación sea la cámara de reflexiones con las imágenes de la muerte y del renacimiento.
Es muy superior la aceptación de los sectores sociales cuando las actividades culturales se realizan conjuntamente con las instituciones, en lugar de ser simplemente recipiendarios de las ideas de éstas.