La falta de humildad, la arrogancia de sus postulados extra-bíblicos, y la reafirmación de sus prácticas seudo-cristianas son, en definitiva, señales de la apostasía doctrinal.
Las motivaciones como fuente de escogencia de estructuras se basan en la socialización, el sistema de recompensas, la reafirmación de identidades y las necesidades.