La arquitectura protagonista, los edificios que cantaban, las casas-quinta rodeadas de jardines, han disminuido en número y los existentes - - salvo excepciones - - se encuentran en estado de deterioro o ruinoso.
Y luego, por lo menos en mi caso, te pasas toda tu vida quintando capas y quitando capas para volver a eso que decían los tropicalistas, la libertad infantil.
Suelen venir quintados de la fábrica, donde en función de las cuerdas que utilizan, colocan las piezas de regulación a ojo, pero, como esto es una chapuza.
En diversos lugares estratégicos de la ciudad existen las famosas curanderas, comadronas, que son buscadas por las personas para que les quinten el mal que tienen.