A todos los promotores se les formularon las mismas preguntas para ahondar en el tema investigado y establecer criterios tanto recurrentes como disímiles.
La persecución a los diplomáticos de carrera ha dado ese fruto: embajadores ociosos, ignaros, promotores de la pestilencia en sus oficinas y malversadores de fondos públicos.
Gracias a ello, nos diluvian socialistas banqueros, extremistas privatizadores del agua, revolucionarios promotores de casinos, patriotas partidarios de la entrega de la soberanía.
Los radioyentes se convierten en los principales protagonistas y promotores del desarrollo social, cultural, político y económico de la zona y del país.