El chamán recurría para la recuperación de sus pacientes a los psicotrópicos (peyote, tabaco, frijoles rojos cargados de mezcalina) y a las manipulaciones mágicas (encantamientos, ofrendas).
Un estudio reciente no encontró evidencia de que hubiera déficits psicológicos o cognitivos en los indígenas norteamericanos que usan peyote regularmente en sus ritos religiosos.
Hay que tener en cuenta que el peyote y la mescalina eran conocidos por el mundo científico al menos desde hacía 50 años, pero poca cosa había sucedido.