En vez de una sensación de liberación, nos provoca parálisis: muchas posibilidades entre las que escoger, reduce a uno a un estado de indecisión paralizante.
La ruptura de la pareja puede causar en uno de los miembros una situación paralizante y dolorosa excesiva, para la cual existen diferentes terapias psicológicas.
O sea, se tiene una técnica sofisticadísima y en vez de inventar un cañón paralizante, un rayo petrificador-gorgónico, un tranmisor de energía positivo-zapatérica, nada, a trompazo limpio.