La deculturación, la aculturación, el etnocidio, son constantes y permanentes, avanzan paradójicamente con la emergencia de la diversidad y la multiculturalidad.
Resulta además, paradójicamente, que el adalid de la libertad hace interpretaciones literalistas-integristas de un libro sagrado, del que no sabes nada de nada.
Eso quiere decir que debemos ser ahorradores de espacio y volvernos esféricos, donde paradójicamente necesitaremos más energía para mover nuestro cuerpo más pesado.