Algunas complicaciones extremas incluyen la rotura del estómago, la compresión de importantes vasos sanguíneos, pancreatitis, obstrucción intestinal, y ataques cardíacos.
Si tienes una pancreatitis crónica, puede ser una disfunción cerebral tanto como orgánica, porque el cerebro es un artefacto capaz de automonitorizarse.