El monismo de la mayor parte de los orientalismos, presente aun en su praxis orante, tiende a volcar al sujeto hacia una autorrealización y conciencia de su divinidad.
Así, el problema del sujeto social, la moda, los deportes, mesianismos, orientalismos, espiritualidades de nueva era, y ficciones sociales contemporáneas, marcaron la producción intelectual del grupo.
Este orientalismo americano se podría considerar como el más duradero, ya que aún se percibe en muchos medios de comunicación y entretenimiento actuales.
Y así como pueden provenir desde el ateísmo, el orientalismo o el ocultismo, también pueden llegar desde la religión organizada, ya sea oficial o supuestamente evangélica.
La contracultura, la psicodelia, el orientalismo, el flower-power, el rock ácido, la new age y toda una serie de cuestiones fueron potenciadas como armas de distracción masiva.