Por ejemplo, proponía que los octaedros tenían átomos en posiciones fijas alrededor de un centro, lo que significaba que tenían quiralidad y, por tanto, podían rotar la luz polarizada.
Los cuatro elementos se descomponían en sus respectivos sólidos platónicos: el fuego en tetraedros; el aire en octaedros; el agua en icosaedros y la tierra en cubos.