Son suelos profundos a moderadamente profundos, de textura franco arcillosa a arcillosa, porosos, friables; sus perfiles dominantemente rojizos presentan comúnmente límites difusos entre sus subhorizontes.
Los desprendimientos se producen comúnmente en taludes verticales o casi verticales en suelos débiles a moderadamente fuertes y en macizos rocosos fracturados.