También fue instalada una pequeña tarima con micrófonos, aparentemente para actuaciones musicales o discursos, y en las fachadas se colgaron fotografías de los cinco espías.
En la última prueba, por ejemplo, participaron diecisiete científicos de cinco países que monitorizaron la prueba con cámaras de alta velocidad, sismómetros y micrófonos que registran los infrasonidos.