El comportamiento bruxópata supone una hiperactividad de algunos músculos maseteros y temporales que puede conducir a la hipertensión de los músculos de la nuca y el cuello.
Kardachi et al. (12) midieron actividad electromiográfica del masetero durante el sueño en 4 pacientes con bruxismo antes, durante, y 3 meses después de haber hecho ajuste oclusal.
La sonrisa, concretamente, se debe a una contracción de los maseteros que produce lo que científicamente se llama trismus, o imposibilidad para abrir la boca.
Los molares están directamente bajo el impacto de las fuerzas masticatoria pues los músculos masetero, pterigoideo interno y temporal se encuentran posicionados en una línea recta verticalmente.