Los factores de riesgo del estudiante incluyen déficits cognitivos, del lenguaje, atención lábil, escasas habilidades sociales y problemas emocionales y de la conducta.
En caso de sobredosis se pueden presentar: miosis, vómitos, vértigo, presión arterial lábil, hiperreflexia, ansiedad, confusión, excitación psicomotriz y convulsiones.