Ésta resulta en la formación de productos finales de la glicosilación avanzada (AGEs), que se entrecruzan irreversiblemente con muchas macromoléculas tales como el colágeno.
Porque con tamaña monstruosidad de la ofensa se perdió irreversiblemente algo que, de acuerdo con su lógica tradicional, el perdón aún podría rescatar.