Le ofrecía la inmortalidad, ejercer su reconocido arte e inmortalizarlo en una historia que lo reflejara con iridiscencia de nácar, opacidad veteada de carey y majestuosidad de bronce.
Son ustedes invitados de primera línea para este poema que se escribió en 2000, tal vez lleno de múltiples ajenjos y ataviado con colores de varias pieles y otras iridiscencias.