Incluso puede aparecer enmascarada con otros síntomas principales, tales como la pérdida de apetito, alteraciones de la memoria, insomnio, síntomas somáticos, ansiedad o irascibilidad.
Su irascibilidad en estos negocios se trocaba en entrañas maternales con los pobres a quienes alimentaba pidiendo limosna y aún a costa de la comida suya o de sus frailes.
Álvarez Martínez puntualiza que existen alertas físicas o emocionales que indican que las cosas no están bien: entre ellas la irascibilidad, una mayor intolerancia.
Algunos padres alegan que su hijo o sus hijos son difíciles e incorregibles, dejándoles por imposible, teniendo que aguantar sus impertinencias, agresividades, intolerancias, manías, irascibilidades, etc..