La lengua invadida no desaparece sin dejarteñida a la invasora de algunos rasgos: palabras que sobrenadan en el hundimiento, hábitos fonéticos, gramaticales, etc..
Y muchos aún no entienden cómo una especie alóctona e invasora ha llegado a colonizar incluso los billetes, convirtiéndose, aunque sea por error, en símbolo nacional.