Después de esta antisepsia local con el sol, que podríamos llamar de preparación, la insolación prolongada ejerce sobre las llagas y fístulas una acción cicatrizante.
Para que se produzca esta acumulación de hielo y nieve es necesario que la insolación veraniega allí sea baja, lo cual ocurre cuando el verano boreal coincide con el afelio.