Una vez despojados de nuestra capacidad creadora, perdemos el sentido del lenguaje y usamos ingenuamente el lenguaje trastrocado que nos ofrece el manipulador.
Hay quienes piensan ingenuamente, que el contrario positivo de la manipulación es el espontaneísmo como hay quienes piensan que el contrario positivo del espontaneísmo es la manipulación.