Al mismo tiempo estaba el herpe soster (aqui se le dice culebrilla), quien lo padecía tenía que sufrir agudas molestias en la piel y esperar que pase una semaña larga.
Son travestis que cuando se enamoraron dejaron de vestirse como mujer, se casaron con ese alivio y más tarde la condición reapareció como uno de esos herpes invisibles.