En las mesas lo de siempre, empanadas variadas, fiambres, elixires blancos y tinto... pata flambeada con la imprescindible crema que les da diferentes sabores.
Al principio pensé que se equivocaba de estrategia, que azuzar el incendio con más fuego, aunque fuese amigo, se volvería en su contra, acabándole de flambear la honra.