La batalla en curso, que solamente los inconscientes no advierten, deflagrará cada vez más furiosa y se apuntará muchísimas víctimas entre el clero y los fieles.
Nunca me gustaron los discursos enardecedores de masas (muchos de ellos, los discursos, son agresivos y están vacíos de contenido; sólo esperan el aplauso de sus fieles).