Tanto facciones militares como guerrilleras desplegaron una violencia brutal que ocasionó inusitadas cifras de víctimas civiles, incluyendo masacres, tortura, ejecuciones extrajudiciales, desapariciones y desplazamiento forzoso.
Estas desapariciones, que son más sofisticadas, se cometen sin que dejen de ocurrir las que perpetran militares y policías ni las ejecuciones extrajudiciales.