No existen políticas archivísticas que unifiquen los criterios en cuanto a la selección, el expurgo, el procesamiento, el personal y los recursos necesarios para la actividad cotidiana.
Pero sé también que los documentos comprometedores sufren un expurgo masivo: yo mismo tuve que cumplir órdenes triturando material valiosísimo para futuras, para hipotéticas investigaciones.