Entre los trastornos que originan los parásitos esta la elefantiasis provocada por una filaria que al alojarse en los conductos linfáticos llega a bloquear los.
Por ejemplo, celulares para niños (apelando al miedo paterno a los poedófilos y violadores seriales) y yogurcitos maléficos (apelando al miedo a la elefantiasis).
Cuando la lesión linfática avanza, el linfedema transitorio puede provocar obstrucción linfática y los cambios permanentes que acompañan a la elefantiasis.
Y como el resto de las instituciones, padecen ineficacia, ineficiencia, burocratismo, gestión opaca, multiplicación de entes superfluos y problemas de escala entre la elefantiasis y el minifundismo.
Por lo tanto, a pesar de que se trata de una enfermedad espantosa y gravemente deformante y desfigurante, se comprueba que nuestro hombre no sufría de elefantiasis.