Pero pensada así, la conexión ocultarse-desocultarse y destino perece ser una estructura objetiva que se sustrae a la diferencia como modo de apertura, eventual-dionisíaco.
Pero la agresividad de este planteo expresivo, tan fuertemente atraído por los valores de la condición humana, se sumerge, con todo, en una impetuosidad dionisíaca.