Yo lo tenía en la mili (yo hice la mili) y mi ejemplar quedó desencuadernado y repartido entre toda la camareta que lo utilizaba como inspiración lúbrica y sicalíptica.
No aplastarlo contra la mesa donde estemos leyendo ni ponerlo boca abajo al abandonar unos momentos la lectura, pues puede desencuadernarse y dañar se.
Hubo que desencuadernar los, restaurar los pergaminos, analizar los, escanear los, estudiar los y gracias a eso hoy se puede decir que podemos conocer y estudiar la música medieval gallega.