Pero este vino demoníaco, que alumbra el entendimiento con intuiciones maravillosas, me ha hecho discurrir con el acierto que caso tan inaudito ha menester.
No podía estar ausente de este tan complejo producto de destrucción masiva, ese gas compuesto de ázoe e hidrógeno, el amoníaco, demoníaco agente refrigerador de la muerte.