Miles de acres de bosque fueron destruidos debido al efecto de los productos químicos venenosos arrojados por la fuerza aérea norteamericana (defoliantes).
Hoy por la radiación, los defoliantes, la contaminación química de la extracción minera, etc., y antes por el uso de la trepanación craneal, el mercurio o el sangrado terapéutico.