En el camino, en cuatro ocasiones, nos embargo (palabra oportuna en época desahuciada) un olor pestilente: puede que fueran cochiqueras aunque también pensamos en montañas de conejos muertos.
Ni te imaginas la cochiquera... las alergias van en aumento, a uno lo tenemos ingresado con una infección raruna, y otra con la espalda como un jersey de ochos....