Cuando nos dimos cuenta se econtraba junto a la vitrina escogiendo alfajores, cocadas, camotes y ordenando un viche de camarón, que fue preparado especialmente para él.
Se aprovechó para poner en práctica algunos criterios locales relacionados con el tamaño de la cocada, particularmente para usar malla mas barata y de uso común en el país.
Otra cosa que me sorprendió bastante es que tienen un nombre para casi todos los dulces que les llevé: cocadas, tamarindos, jamoncillos, ates de guayaba y chongos.