Y más de uno que se marchó al desierto y padeció sed con los animales rapaces, únicamente quería no sentarse con camelleros sucios en torno a la cisterna.
He sidocriticado con frecuencia por condenar a mi hijo adoptivo a la vida de camellero, pero creí siempre que si leardía en el corazón el verdadero fuego, se manifestaría finalmente...