En esos caseríos el merengue era cantado con voz nasal y apretada, acompañado por acordeón, tambora, güira (güiro de metal), bombardino o saxofón alto.
Algunos de estos hacendados, para celebrar fiestas patronales, importaron instrumentos musicales europeos como clarinetes, bombardinos, trompetas, tubas, trompetas que remplazaron las gaitas y los millos originarios, modernizando instrumentalmente estos ritmos.