Pasada la medianoche sus estridentes notas estallaron en una especie de infernal barahúnda que pudo oírse por toda la comarca, y hasta el amanecer no cesaron en su ensordecedor griterío.
Ya no se ejerce de manera individualizada tal convencimiento, sino masivamente, a costa de hacer que los sujetos estén unidos orgánicamente a tal barahúnda de átomos sociales.