Ambos trastornos pueden asociarse al ejercicio físico compulsivo o a otras medidas para eliminar la comida ingerida, como el vómito provocado (o autoinducido) y el uso de laxantes.
Estas crisis recurrentes - y muchas veces autoinducidas - se han convertido en su método de producción de objetos, relaciones, nociones y estructuras de pensamiento.
La creencia autoinducida de que se está en crisis, inherente a la izquierda; y el descalabro interminable de la derecha, autoinducido también, precipitan manotazos de soluciones.
En todas estas patologías, cuando aparecen vómitos autoinducidos, o rechazo de la comida, pueden presentarse condiciones difíciles de diferenciar de las verdaderas anorexias.
Miedos inducidos desde afuera, como las amenazas, o miedos autoinducidos, a ser agredido, o despedido del trabajo o a poner en riesgo la vida de los suyos.