Esta práctica tiene la ventaja de una liberación lenta de fósforo, uno de los nutrientes que generalmente es deficitario en nuestros suelos arcillosos.
Prefiere buen drenaje, suelos arcillosos, arcilloso-limosos, arenoso-arcillosos, franco-arcillosos y de textura aireada de ph que oscila entre 5 y 8,5.