Aunque el boogaloo estaba ya dando sus últimos estertores, igual habrán pensado que americanizar el nombre podría ayudarles a diferenciarse de la competencia, y así lo hicieron.
Los inmigrantes, a su vez, se indignaron de que el movimiento de la escuela común, tratara de americanizar a sus hijos a expensas de las costumbres y creencias tradicionales.