El más antiguo es el atole blanco, cuya base es sólo de masa en agua, que en tiempos prehispánicos pudo ser endulzado con miel de maguey, de avispa, o aguamiel.
Se distinguen, además, el aish es serail, hogaza de pan con miel ablandada con jarabe de azúcar; la baklava, masa rellena de nueces aromatizada con aguamiel.