Muchas de las irregularidades fueron señaladas por el inspector que contrató el gobierno, el que fue echado porque, según sospechaban los denunciantes, detectó demasiados incumplimientos.
Aunque estas cartas y mensajes aportan información útil, obviamente nunca sustituyen el trabajo indispensable que realizan los inspectores sobre el terreno.
Como vemos, todo esto lo resuelve perfectamente los derechos de propiedad, y mucho mejor que una manada de inspectores con caras de moluscos preocupados.