Etimológicamente, la palabra sinceridad viene del latín sine cera, traducido literalmente como sincera por alusión a la miel desprovista de aquellos residuos que pueden impurificar la.
Esa terminología coloquial y sincera encuentra su correspondencia en cuatro personajes cuyas acciones se definen por la pulsión vital connotada detrás de esa nominación.
Juanita, como sus amistades y estudiantes la conocen, es una persona humilde por naturaleza; siempre con una sonrisa sincera que hace sentir en familia.