Así, menos del 0,4 % de los retozos heterosexuales de cada día resulta en la creación de seres humanos nuevos; una correlación estadística demasiado insignificante como para probar causalidad.
Es preciso apuntar otros argumentos para marcar la diferencia en este sentido, sobre todo cuando tal juego funcional, o retozo humano, se convierte en juego de ejercicios.